El sueño no es una función sencilla, es una función basada en el crecimiento, la cual sufre muchas transformaciones de año en año. Dormir no es una simple destreza que se puede adquirir con la práctica. El dormir depende de ciertas disposiciones estructurales del sistema nervioso central; no es el cese de la actividad. Es un método positivo de control inhibitorio que debe adaptarse y relacionarse con otras funciones del organismo, en particular con la nutrición, el movimiento y la actividad mental.
El dormir es un intrincado complejo de conductas que comprende cuatro fases evidentes: Dormir, permanecer dormido, despertar y permanecer despierto. Las variaciones individuales observadas en el sueño se hallan profundamente influidas por la madurez total del organismo en crecimiento.
Algunas recomendaciones para el sueño de los niños.
* Establezca siempre rutinas desde que el niño es pequeño: baño, cena o biberón de la noche, continúe con un período de intercambio afectivo y juego fuera del dormitorio y acuéstelo para que se duerma. No se debe acostar dormido, permítale que toque el pelo de la madre y permanezca junto a él o ella hasta que se duerma. (Debe recordarse que el niño reclamará esos vínculos, dependientes de la presencia de un adulto, normalmente la madre, para quedase nuevamente dormido si tiene despertares prolongados). Una vez que se coloca en su cuna, se debe despedir del niño brevemente y con absoluta normalidad. Es conveniente que en su cuna tenga móviles, peluches y otros objetos que no supongan riesgo para los niños, y que sirvan de vínculo para dormirse nuevamente si se llegara a despertar.
* No se preocupe si su niño de pocos meses se queda dormido tras la toma de su biberón. Acuéstelo con normalidad, es casi seguro que no tendrá trastornos del sueño por esta causa. Si tiene más de tres o cuatro meses de edad, se despierta muchas veces por la noche y mama muy poco o toma poco biberón, es posible que haya establecido el chupeteo del pezón o la tetina como vínculos para quedarse dormido. Si sospecha esto, consulte a su pediatra.
* Si su hijo o hija tiene cólicos, debe atenderle sin someter al bebé a estímulos diferentes cada día. Muchos de los niños con cólicos tienen trastornos del sueño cuando son mayores, porque los padres no saben que éste es un problema transitorio, no más de tres meses, y siguen atendiendo frecuentemente al niño ante cualquier ruidito o movimiento normal que haga durante la noche. Si su hijo o hija han tenido cólicos y a partir del tercer o cuarto mes siguen con dificultades para dormir, requiriendo la presencia de los padres, debe consultar a su pediatra.
* No es aconsejable que los niños duerman con los padres en la misma cama, pues existe riesgo de muerte por sofocación.
Cuándo consultar al pediatra.
Siempre que el sueño del niño interfiera las actividades de la familia, debe consultarse al pediatra, pero los motivos que más frecuentemente generan consulta son:
Necesita más de treinta minutos para quedarse dormido desde que se le acuesta.
Despertares nocturnos, reclamando la presencia de los padres.
Dra. Carmen Vázquez. Pediatra.