Alimentación en el primer año de vida

Alimentación en el primer año de vida

Leche materna: el primer alimento del bebé
Durante los primeros 6 meses de vida el bebé solamente necesita tomar leche materna. Es un alimento muy completo y contiene todos los nutrientes necesarios para que se desarrolle bien y crezca sano. Además, aporta defensas naturales que ayudan a prevenir numerosas enfermedades.

Si no ha sido posible la lactancia natural se recurre a un preparado para lactantes, las llamadas fórmula de inicio.

Alimentos0 a 4 meses4 a 6 meses6 a 12 meses
LÁCTEOSLeche materna en forma exclusivaLeche materna en forma exclusivaLeche materna y/o fórmula de continuación preferiblemente del tipo parcialmente hidrolizadas o hidrolizadas (hipoalergénicas) para disminuir el riesgo de una  dermatitis atópica y del asma bronquial Queso preferiblemente blanco, fresco, al principio en pequeñas cantidades.   Yogurt, ofrecer pequeñas cantidades en una merienda 
FRUTASNingunaNingunaCambiar la consistencia de las frutas a medida que pasa el tiempo, primero en puré y luego de un tiempo (7 a 8 meses) en trocitos pequeños.   Se deben seguir ofreciendo diariamente, sin azúcar.         Las frutas cítricas NO se dan hasta después de los 12 meses. 
HORTALIZAS (vegetales)
TUBERCULOS (papa, zanahoria. ocumo, ñame, etc.) 
NingunaNingunaOfrézcale las hortalizas más variadas, esperando una semana para ofrecerle una nueva (calabacín, ocumo, plátano, etc.). Poco a poco se agregan todos y se aumenta la cantidad, primero en puré y luego ir cambiando la consistencia diariamente. 
CEREALES Y PANES NingunoNingunoComenzar con cereal de arroz en papilla con fórmula de continuación, ofrecido con cucharilla. Posteriormente puede ofrecerle, uno por vez de avena, trigo, maíz, etc.    Ofrézcale arroz en grano y pasta muy bien cocida y blanda para que no se atragante, corazón de arepa con mantequilla.   Como a los 8 meses se dan alimentos que el bebé pueda tomar con los dedos y masticar (galletas, bizcochos, pan) esto ayudará a la dentición 
LEGUMINOSAS (granos) NingunoNinguno  A los 10 meses se puede comenzar a ofrecer una sola clase por vez en pequeñas cantidades de lentejas, garbanzos, caraotas (negras, rojas, blancas) o frijoles, etc. Bien cocidas y blandas. 
CARNES Y HUEVOSNingunoNingunoSe puede comenzar con una pequeña cantidad de pollo o res una vez al día, licuado en la sopa.   A los 8 meses puede cambiar la consistencia de la carne (molida, picada pequeña).   No se dará hasta los 15 meses de edad: pescado, cochino, huevo entero. Y si puede esperar el consumo de pescado hasta los 2 años de edad, es mejor, con la finalidad de disminuir el riesgo de la  dermatitis atópica (alérgica) y del asma bronquial   A los 9 meses se puede iniciar con el amarillo de huevo, únicamente, si su médico se lo recomienda. 
SOPASNingunoNingunoSe comienza con las hortalizas ya probadas por el bebé, que no le hagan daño. La sopa se prepara con un trocito pequeño de pollo o res y se va agregando poco a poco cada hortaliza y/o tubérculo; se puede agregar un condimento natural (cebolla, cilantro, etc.) en poca cantidad, sé licua y se ofrece en cucharilla NO en tetero, solo con una pizca de   sal y sin  cubito.

¿Cuándo se debe empezar a dar alimentos distintos de la leche a los bebés?¿ Alrededor de los 6 meses?. En la escuela clásica podía ser un ser un poco antes, pero debe tener mínimo los 4 meses y medio cumplidos para evitar intolerancias. También se puede empezar algo después. Pero en las últimas dos décadas los estudios mas recientes han revelado que es mas conveniente si se espera hasta los 6 meses de nacido
Lo más fácil es adaptarse a la maduración del bebé. Para comenzar a alimentar con cuchara conviene que se pueda sostener sentado casi sin ayuda. También debe aprender a abrir la boca sin empujar los alimentos hacia fuera.

Algunos bebés tienen mucho interés por la comida de sus padres y hacen gestos para intentar probarla. Otros son más lentos. No conviene imponer a todos el mismo calendario, sino atender a su maduración e interés. Es frustrante para los padres preparar una comida y que el bebé no la quiera, simplemente porque todavía no está preparado para la cuchara o para los nuevos sabores.

Alimentación del niño sin lactancia materna exclusiva
Si por alguna circunstancia la madre no puede amamantar a su hijo, es necesario que pueda recurrir a una alternativa que cubra completamente las necesidades nutricionales del niño. Las fórmulas artificiales basadas en la leche de vaca modificada, cuya composición procura ser semejante a la de la leche materna y que se conocen como fórmulas de inicio, deben ser indicadas por el médico. Su forma de preparación debe ser cuidadosamente explicada a la madre, indicando las medidas higiénicas (agua hervida, utensilios limpios) y la dosificación, es decir, la cantidad de leche en polvo que deberá agregarse a determinada cantidad de líquido para lograr un producto adecuado a la edad del niño.
Tanto la dilución excesiva (leche aguada) como la concentración excesiva, representan un riesgo para el niño. La leche muy diluida no le aportará las cantidades necesarias de energía y nutrientes, y puede llevar al niño a la desnutrición. La leche muy concentrada aporta un exceso de calorías y
algunos nutrientes que pueden dañar al niño, sobrecargando el trabajo de sus riñones (p. ej. exceso de proteínas) y provocando un excesivo aumento de peso.

Por tal motivo, si la madre no puede o decide no amamantar:

  • 1 Aconsejarle dar un sucedáneo de la leche materna recomendado por profesionales de la salud y prepararlo de acuerdo con las instrucciones que ellos le den sobre la dosificación e higiene.
  • 2 Verificar que la familia tenga los recursos y habilidades para preparar y dar al bebé alimentos de reemplazo.
  • 3 Mostrar a la madre cómo preparar y dar al bebé un biberon. Enfatizar la necesidad de una buena higiene y de la importancia de diluir la leche en polvo correctamente. Explicar los riesgos de usar
    botellas (p.ej. son difíciles de limpiar y por ello aumentan los riesgos de diarrea).
  • 4 Observar cómo la madre prepara y alimenta a su bebé y corregir cualquier error. Tratar de hacerlo en su propia casa y usando sus propios utensilios.
  • 5 Estimular a la madre a alimentar ella misma a su bebé, con igual cariño que si le diera el pecho;
  • 6 Conversar, si es conveniente, con los parientes de la madre (p.ej. su esposo o madre) y explicarles cómo pueden apoyarla y ayudarla.
  • 7 Si se produce cualquier problema de salud o duda sobre cómo alimentar al bebé, indicar a la familia que lleven al bebé rápido a su medico pediatra de control.

Cuando empezar

Sí el bebé esta alimentado con biberón, es aconsejable empezar con los semisólidos al séptimo mes de vida. Cuando la lactancia materna continua satisfactoriamente, se puede esperar hasta el séptimo mes.
Hoy se posterga ese inicio hasta el septimo mes, debido a que en esta edad el bebé se encuentra psicológica y neurológicamente más preparado para aceptar el cambio.

6 Meses

A los 6 meses, la leche materna continúa siendo una fuente vital de nutrición, pero no es suficiente por sí misma. Además de la leche materna, ahora debes ofrecer alimentos sólidos a tu bebé para suplir sus nuevas necesidades.

Asegúrate de darle a tu bebé sus primeros alimentos después de que lo hayas amamantado, o entre sesiones de lactancia, para que tu bebé continúe amamantando lo máximo posible.

Cuando comiences a darle a tu bebé alimentos sólidos, ten mucho cuidado de que no se enferme. Mientras gatea y explora, los gérmenes pueden propagarse de sus manos a su boca. Protege a tu bebé de las enfermedades lavando sus manos y las tuyas con jabón antes de preparar los alimentos y darle cada comida.


Los primeros alimentos de tu bebé

A los 6 meses, tu bebé apenas está aprendiendo a masticar. Sus primeros alimentos deben ser blandos para que sean muy fáciles de tragar, como papillas o frutas y verduras bien trituradas. ¿Sabías que cuando la papilla es demasiado aguada, no tiene tantos nutrientes? Para hacerla más nutritiva, cocínala hasta que esté lo suficientemente espesa como para que no se salga de la cuchara.

Alimenta a tu bebé cuando veas que se lleva las manos a la boca o muestra otras señales de tener hambre. Después de lavarte las manos, comienza por darle a tu bebé solo dos o tres cucharadas de comida blanda, dos veces al día. A esta edad, su estómago es pequeño por lo que solamente puede comer pequeñas cantidades en cada comida.

El sabor de un alimento nuevo puede sorprender a tu bebé. Dale tiempo para que se acostumbre a estos nuevos alimentos y sabores. Ten paciencia y no obligues a tu bebé a comer. Permanece atenta a las señales de saciedad y deja de alimentarlo en ese momento.

A medida que tu bebé crece, su estómago también crece y puede comer más alimentos en cada comida.
 

Alimentación de tu bebé: 6–8 meses 

Entre los 6 y 8 meses ofrece a tu bebé media taza de alimentos blandos dos o tres veces al día. Tu bebé puede comer cualquier cosa excepto miel, que no debe ingerir hasta que tenga 1 año. Puedes comenzar a añadir un refrigerio saludable entre comidas, como puré de frutas. A medida que tu bebé coma cantidades cada vez mayores de alimentos sólidos, debe continuar recibiendo la misma cantidad de leche materna.
 

Alimentación de tu bebé: 9–11 meses 

Entre los 9 y los 11 meses, tu bebé puede comer media taza de alimentos tres o cuatro veces al día, además de un refrigerio saludable. Ahora puedes empezar a picar los alimentos blandos en trozos pequeños en lugar de triturarlos. Tu bebé puede incluso comenzar a comer alimentos con los dedos. Continúa amamantándolo cada vez que tenga hambre.

Todos los alimentos deben ser fáciles de comer para tu bebé, además de nutritivos. Haz que cada bocado cuente.

Los alimentos deben ser ricos en nutrientes y proporcionar energía. Además de cereales y papas, asegúrate de que todos los días tu bebé coma verduras y frutas, legumbres y semillas, un poco de aceite o grasa rica en energía y, especialmente, alimentos de origen animal (lácteos, huevos, carne, pescado y aves). Comer una variedad de alimentos todos los días le da a tu bebé la mejor oportunidad de obtener todos los nutrientes que necesita.

Si tu bebé rechaza un alimento nuevo o lo escupe, no insistas. Vuelve a intentarlo unos días después. También puedes probar mezclarlo con otro alimento que le guste a tu bebé o agregar un poco de leche materna por encima.


Alimentación de bebés no amamantados

Si no estás amamantando, tu bebé necesitará comer con más frecuencia. También necesitará otros alimentos, incluidos los productos lácteos, para obtener toda la nutrición que su cuerpo necesita.

Comienza a darle a tu bebé alimentos sólidos a los 6 meses, tal como los necesitaría un bebé que recibe leche materna. Comienza con dos o tres cucharadas de alimentos blandos y triturados cuatro veces al día. Estos alimentos le darán los nutrientes que necesita al no contar con la leche materna.

De los 6 a los 8 meses deberá recibir media taza de alimentos blandos cuatro veces al día, además de un refrigerio saludable.

De los 9 a los 11 meses deberá recibir media taza de alimentos cuatro o cinco veces al día, más dos refrigerios saludables.

Si el pediatra no la ha recomendado antes, el niño probará la papilla de frutas. Y también puré amarillo o verde. Algunos pequeños tardan unos días en aceptar la novedad, pero poco a poco, comienzan a encontrarle el gusto.

¿Es importante seguir un orden?

El orden da igual, pero conviene empezar poco a poco, para comprobar que los alimentos le sientan bien. Uno o dos alimentos nuevos cada semana.
En cada cultura o región suele haber costumbres diferentes a la hora de comer. En ello influyen el clima, los alimentos que más se cultivan, las tradiciones, etc. También suele haber unas creencias sobre cuáles son los alimentos más adecuados para los niños pequeños.
Se puede empezar ofreciendo con la punta de la cuchara un poquito de la comida que toman los padres ese día. Así el bebé se va acostumbrando.
De forma progresiva se aumenta la variedad de los alimentos: más verduras, legumbres y frutas; las carnes, los cereales, el pescado, los huevos.
Estos nuevos alimentos “complementan” a la leche materna (o al preparado para lactantes) que durante todo el primer año son esenciales.
Es muy importante enseñar también nuevas habilidades para comer.
Algunos aprenden muy pronto a abrir la boca para comer de una cuchara. Suele ser entre los 4 y los 7 meses. Lo hacen mejor si están sentados.
Los bebés pueden aprender a beber en vaso muy pronto. Es lo mejor para darles agua.
Sobre los 9-10 meses intentan coger trocitos de comida y llevárselos a la boca. Es la señal de que pueden roer y masticar. No importa si tienen dientes o no. Ablandan el alimento con la saliva y lo aplastan con las encías. Esta es la mejor edad para estimular la masticación probando con alimentos blandos: patatas, arroz, pan, galletas, verduras cocidas, etc.

Es buena idea permitir que coman algunos alimentos con sus propios dedos. Y pronto querrán probar a manejar la cuchara. Es natural que al principio se ensucien, pero lo importante es que el bebé adquiera habilidades y poco a poco desarrolle una cierta autonomía.

Al cumplir los 12 meses puede comer en la mesa familiar y tomar la misma comida que los demás. Es tiempo de dejar las formas de alimentarse “de bebé”. Ya no hacen falta los biberones y la batidora. Pero… ¡si quiere, puede seguir tomando el pecho!

Variedad mejor que cantidad. Autonomía mejor que pasividad.

Los bebés que toman el pecho en seguida aceptan los nuevos alimentos, porque la leche materna cambia de sabor según lo que coma la madre. Eso es una gran ventaja porque la alimentación humana debe ser muy variada para ser completa.
Otra ventaja del pecho es que los bebés aprenden muy pronto a parar de comer cuando no tienen más hambre. Y eso es como una “vacuna” frente al riesgo de desarrollar obesidad.

No se debe obligar a los bebés a que se terminen los biberones o los purés. Solo ellos saben el hambre que tienen. No se trata de ganen peso muy aprisa, sino de que estén sanitos.
A fin de cuentas, si ya no quiere más cantidad de una comida, pasadas unas pocas horas viene la siguiente.

Tampoco hay que “embutir” la comida, distrayendo al bebé, con tal de que coma más. Es mejor dejar que experimente y disfrute, aunque coma más despacio o menos cantidad. Las habilidades le van a servir para toda la vida. Darle de comer hoy, solo sirve para esta vez.

En resumen:

Hasta los 6 meses (más o menos) al bebé solo le hace falta tomar leche materna o bien, preparados para lactantes.
Los nuevos alimentos se introducen poco a poco. De uno en uno y en pequeña cantidad. Pueden ser de la comida normal de la familia.
Los nuevos alimentos “complementan” a la leche materna (o al preparado para lactantes). La leche es esencial en el primer año de vida.
Es bueno fomentar que el bebé aprenda habilidades. Darle de comer con cuchara y vaso. Dejar que él manipule los alimentos. Estimular a que mastique.
Cuando el bebé indica que está saciado, no hay que insistir en que tome más cantidad.
Puré amarillo o verde
El primero se elabora con zanahoria, papa y zapallo (sin sal) y con media cucharadita de aceite vegetal. El de verduras -o puré verde- se prepara con acelga o espinaca hervidas y papa, todo bien molido.

Información variada donde destaca la cortesía de https://enfamilia.aeped.es/ y https://www.unicef.org/lac/crianza/alimentando-tu-bebe-612-meses

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