UNA CASA A PRUEBA DE NIÑOS.
Un accidente es por definición un suceso eventual, inesperado y generalmente desagradable, pero no por eso escapa de la prevención.
En la actualidad se maneja mucho mejor el concepto de «lesión no intencional» tratando de quitarle a la población la idea de que sus causas y frecuencias podemos evitarlos.
No es broma. Resulta increíble pensar que los accidentes por caídas, quemaduras, intoxicaciones y ahogamiento constituyen la causa más frecuente de muerte e incapacidad infantil y la mitad de estos accidentes ocurren en la casa, la razón principal es que los niños pasan mucho tiempo en ella aumentando así la probabilidad y riesgo del suceso.
Si alguna vez puedes colocarte a gatas sobre el piso de tu casa, te darás cuenta de la exposición al peligro que tiene tu hijo.
Recordemos que el niño es un explorador inexperto, pero no por esto tímido. Hay a su alrededor muchas cosas que desconoce, que no sabe para que sirven, pero él es muy temerario y quiere saber para que funcionan.
Los pediatras sabemos que no hay en el mundo nada más peligroso que un niño explorando una casa; les encanta meterse en dificultades, por muy guardado que esté lo encuentran todo y lo tocan toda.
Los padres debemos anticiparnos a los riesgos asociados a cada nuevo nivel del desarrollo de los niños. Creciendo con ellos es más fácil interpretar sus sentimientos, inquietudes y la posibilidad de un eminente riesgo.
La clave de la prevención está en la educación en cuanto a seguridad, tanto para padres como para los niños. Debemos protegerlos de algunos peligros, pero también enseñarles a tratar con aquellos que sean inevitables.
Podemos hacer de nuestra casa un lugar seguro al poner en práctica algunas medidas para evitar lesiones no intencionales en los niños, por eso es necesario tomar como base la constante revisión de las instalaciones de gas y de electricidad, estas deben responder a normas de seguridad de la ciudad que habitamos. También debemos prestar especial atención a balcones, ventanas, fuego en funcionamiento, bolsas de plástico, enchufes, mesas y sillas con bordes cortantes, entre otros.
MOMENTOS.
Existen en la vida del niño algunos momentos especiales en los cuales el riesgo de accidente es mayor:
- LA TARDE Y LA NOCHE: Padres cansados, niños inquietos.
- LA VISITA: Padres distraídos, niño explorados.
- LA FIESTA Y LAS VACACIONES: Padres en diversión, niño sin Control.
- ENFERMEDAD MATERNA: Padres limitados, niños fuera de la mirada.
- EMBARAZO Y NUEVO HERMANO: Padres orgullosos, niños celosos.
- DIVORCIO: Padres separados, niño asustado.
- SOLTERÍA: Padres solos, niño ansioso.
- MUDANZA: Padres y niños en territorio desconocido (Casa nueva).
- EBRIEDAD: Padres y niños sin control.
GOLPES Y CAÍDAS:
Aunque el 90% de accidentes en el hogar son traumatismos, la gran mayoría son contusiones y heridas leves, uno de cada 50 niños requiere hospitalización por lesiones producidas contra muebles, objetos bajos y caída por la escalera, ¡un niño gateando en la mitad de una escalera puede producir un infarto… a los padres! No es tan importante el tamaño de la escalera, lo verdaderamente importante es el material del que está hecha.
PREVENCIÓN:
- Emplea puertas de escaleras (no plegables) y en lo posible alfombra sus escalones.
- Elimina muebles bajos con puntas y bordes cortantes o utiliza protectores de goma en las esquinas.
- No permitas a los niños subir a los muebles y permanecer de pie en ellos, mucho menos con algún objeto en las manos, «palo en la mano, ojo lesionado». La biblioteca no debe llegar hasta el suelo, la puede escalar y derrumbar.
- Evita almacenar golosinas en sitios altos, así no tendrá estímulos para subir.
- Elimina o mantén lejos de su alcance adornos de cristal o ceniceros.
- Al momento de seleccionar la cuna verifica tanto el material como su diseño, evitando aquella que tenga puntas o bordes filosos, pero que además sus barrotes tengan una separación máxima de 8 cms. ¿Cuántas veces hemos escuchado que el niño quedó atrapado entre los barrotes de la cuna?
- Nunca lo dejes solo sobre una superficie alta al cambiar el pañal, ¡el niño es más rápido que una mirada hacia atrás!.
- El ventilador ofrece, con su movimiento ondulante, un encanto discreto, si lo mira y lo tiene cerca le meterá la mano. Utiliza los de techo.
- Es muy recomendable colocar en el piso de la bañera un paño o alfombra antideslizante.
- Mantén cerrada la puerta del baño.
La andadera requiere de un trato aparte y especial: no estimula la marcha del niño, no contribuye a la coordinación de sus miembros los cuales desarrolla con el gateo y aumenta el riesgo de sufrir traumatismos en el cráneo y fracturas múltiples; es un peligro A CUALQUIER VELOCIDAD. La experiencia indica que 1 de cada 3 niños que la utiliza sufre accidentes que requieren asistencia hospitalaria, la mitad de ellos han caído por la escalera y en algunos países su venta está prohibida. ¿La comprarías para tu hijo?.
QUEMADURAS:
No hay episodio más lamentable que aquel que nos deja huellas físicas y mentales, la quemadura es su más clara expresión, momento difícil para la familia y para el niño, ambos acusan sentimientos de culpabilidad e impotencia, por fortuna es el accidente de menor frecuencia en el hogar, pero el más lamentable y de recuerdo permanente.
La piel del niño es muy fina en comparación con la del adulto, de tal manera que temperaturas no muy altas le producen grandes lesiones, por eso la gravedad de una quemadura depende de la duración del contacto y del área comprometida.
Se pueden producir por exposición a calor seco (contacto con objeto caliente), calor húmedo (vapor o agua caliente) y eléctrica. Si, a pesar de todas las precauciones, aún sufre una quemadura, coloca agua en la parte afectada, esto aliviará el dolor y calmará el llanto del niño, realiza un vendaje y acude al médico.
Hay que tener mucho cuidado con las armas de fuego, deben ser eliminadas de la casa o guardarse en armarios altos y separadas de las municiones. Un arma en el hogar es más probable que se use para matar a un miembro de la familia o a un amigo, que en defensa propia.
PREVENCIÓN:
- La cocina es el sitio de mayor peligro en la casa, si tu niño va a estar allí debes ubicarlo en el corral y lejos de la hornilla, enchufes y aparatos eléctricos.
- Nunca tengas en tus brazos al niño mientras estés cocinando o manipulando líquidos calientes.
- No dejes comidas ni líquidos calientes en los bordes de la mesa ni sobre manteles o individuales.
- Las asas de ollas y sartenes no deben salir de la parte frontal de la cocina.
- No conectes ni desconectes nada en su presencia, lo puede imitar. Utiliza protectores plásticos en los enchufes.
- La plancha quema, no la dejes enchufadas y menos al alcance de los niños.
- Al calentar teteros en el microondas, se calentará mucho el líquido y poco el envase, siempre coloca unas gotas de prueba al dorso de tu mano.
- Mantén tu cocina bien fijada a su base para que no tenga ningún movimiento, y a tu hijo lejos del horno en funcionamiento.
- Nunca olvides apagar bien el brasero al terminar la parrillada.
- Recuerde que la cocina es uno de los lugares más peligrosos para los niños pequeños, especialmente cuando se está cocinando. Si el bebé es muy pequeño y aún no gatea ni camina, ubíquelo en la sala o en el comedor, que son las áreas más próximas a la cocina, para poder vigilarlo.
- Guarde bien los cuchillos, tijeras, fósforos y encendedores en cajones altos. Si los cuchillos están en el soporte de madera donde se guardan de punta, no los deje al alcance de los niños, porque al tratar de alcanzarlos, podrían golpearse y lastimarse gravemente.
- Coloque un cierre especial en gabinetes y nevera para que el niño no los pueda abrir constantemente. En el mercado existen cierres de seguridad diseñados especialmente para impedir que los chicos tengan acceso a su contenido.
- Evite que los niños manipulen las llaves del gas o los enchufes.
- Tenga mucho cuidado al freír alimentos. El aceite caliente puede saltar ocasionando quemaduras serias.
- Los niños no deben estar cerca cuando está hirviendo agua o vaya a retirarla del fogón. Podría resbalarse, derramar el contenido de lo olla y producirles quemaduras o caídas graves.
- Utilice preferentemente los fogones de atrás de la estufa, es decir los que están alejados de la orilla.
- Cuando tenga que retirar comida del horno o de la estufa, asegúrese de que los niños estén lejos.
- Al dejar la casa sola, cerciórese de que los fogones estén apagados y NUNCA deje ollas sobre la estufa.
- El piso de la cocina debe permanecer absolutamente seco y libre de sustancias u objetos que puedan hacerlos caer, por ejemplo gotas de aceite, líquidos, detergentes o cera.
- Cuide siempre que los mangos de las sartenes no sobresalgan del borde del fogón.
- Cuando vaya a destapar la olla de presión, retire a los niños de la cocina. Recuerde que ésta puede estallar, sino se le ha retirado completamente el vapor.
- Los niños no deben tener acceso a los botones de control de la estufa. Quienes diseñan las estufas deberían tener en cuenta este punto.
- No caliente biberones en el horno microondas. Es cancerígeno.
- No permita que el bebé permanezca detrás de las puertas de vaivén. Alguien puede entrar de repente y golpearlo sin querer.
- No deje cables colgantes de aparatos eléctricos como la batidora, el cuchillo eléctrico y la plancha al alcance de los niños, porque pueden llamar su atención, haciendo que halen de ellos y se golpeen fuertemente.
- La caneca de la basura debe permanecer bien cerrada. Es importante botar la basura de acuerdo con los horarios de recolección, para evitar que se acumulen los líquidos tóxicos que produce la basura (lixiviados).
- No deje artículos como la escoba, recogedor de basura o trapero al alcance de sus niños porque se podrían golpear o llevar el trapo sucio a la boca.
- Si en su casa hay lavadero, cerciórese de que el niño no pueda trepar en él. Tampoco deje cerca escaleras portátiles ni sillas, para evitar que alcance el depósito de agua: podría caer dentro y ahogarse.
- Cuando esté planchando no permita que sus niños estén cerca. Este aparato ofrece muchos peligros, no sólo de quemaduras sino de golpes o cortocircuitos. No descuide la plancha para contestar llamadas o dedicarse a otra actividad. La mesa de planchar es inestable y, por lo tanto, un peligro permanente.
- Todos los productos de limpieza se deben guardar en lugares altos.
- Los niños no deben tener, por sí solos, acceso a los alimentos. Evite que trepen a la alacena o que abran la nevera. A Algunos niños les gusta esconderse dentro de ella.
- Los borde de latas abiertas son cortantes. Procura no tocarlas.
INTOXICACIONES Y AHOGOS:
Los niños no se cuidan solos y son curiosos por naturaleza, el gran obstáculo para ayudar a los padres a evitar accidentes en casa es la poca importancia que se da al problema, esto hace que los padres aprenden sólo después de tener una tragedia familiar. Recordemos que es más seguro y menos costoso evitar, que corregir y lamentar.
Desde pequeños le debes enseñar que hay algunas cosas que no se deben tocar, ni jugar con ellas (medicamentos, detergentes, insecticidas, caja de cerillos, productos cosméticos y bebidas alcohólicas).
PREVENCIÓN:
De los medicamentos:
- No te automediques, ni mediques a otra persona sin una orden médica.
- Guarda los medicamentos en un lugar seguro (armarios y gavetas altas) lejos del alcance de los niños, incluso en casa de los abuelos. En lo posible sugiere a tu médico utilizar medicamentos con tapa de seguridad.
- Si no entiendes la letra de tu médico o las indicaciones del récipe no dudes en preguntar o consultar a otro médico.
- Desecha el envase del medicamento si ya se acabó o cumplió la fecha de vencimiento.
De los productos de limpieza:
- No almacenes elementos de limpieza en vasos o botellas de gaseosas, ni limpiadores de inodoros debajo de la poceta.
- Mantén tapado el recipiente de la basura.
- Al realizar la limpieza en casa, mantén siempre a la vista y bien tapado el producto que estás utilizando.
- Si tienes que desechar un envase de algún producto químico, verifica que esté bien tapado y lejos de la casa.
De los juguetes:
- En los niños menores de 3 años es preferible utilizar juguetes de gran tamaño y que no contengan piezas móviles ni pequeñas.
- No deben manipular monedas, botones ni pilas de reloj (esta intoxicación se puede convertir en un hecho fatal). ¡No hay mejor sitio para una caraota, un maíz o un maní que la nariz de un niño!.
- Las bolsas de plástico guárdalas en lugares altos y seguros, no las utilices para guardar juguetes o golosinas que estén al alcance del niño.
- Verifica que los juguetes no contengan material tóxico, estén rotos o dañados.
Del agua:
- Los recipientes para almacenar agua deben estar permanentemente cerrados; el niño se inclina a investigar y su cabeza, que es más grande con relación a su cuerpo, le hace caer.
De la cama:
- En lo posible no duermas con el niño en la misma cama, no debe existir separación entre el colchón y la cuna.
- Al Cobijarlo no tapes su cabeza con sábanas pesadas.
- Cuando lo acuestes quítale cadenas y pulseras, no uses cintas ni cordones para sujetar el chupón.
Si aún así, tomadas las medidas necesarias, tienes una lesión no intencional en casa, debemos preparar la solución. Ten a la mano teléfonos de emergencia: AMBULANCIAS – BOMBEROS – POLICÍA – CENTRO DE TOXICOLOGÍA.
… Y prepárate para un eventual traslado, cualquier evidencia que tengas del accidente será importante para el médico.
NOTA IMPORTANTE
La organización Mundial de la Salud (O.M.S) ha recomendado que se informe a las mujeres embarazadas y a las que acaban de dar a luz, de los beneficios y de la superioridad de la lactancia al seno, sobre todo que la lactancia materna es el medio ideal de nutrir a su bebé y de protegerlo contra las enfermedades.
Las madres deberían ser aconsejadas sobre la manera de prepararse para la lactancia al seno y a su mantenimiento, y sobre la importancia de una buena nutrición materna, tanto durante el embarazo como después de dar a luz. Debería evitarse la introducción superflua de la alimentación parcial con biberón u otros alimentos y bebidas, debido a su efecto sobre la lactancia. Asimismo, debería advertirse a las madres sobre la dificultad de iniciar la lactancia al seno después de haber decidido no intentarla o restablecería luego de interrumpirla.
Las madres de la mayoría de los niños de bajo peso al nacer deberían ser motivadas a extraer su leche para alimentar a sus bebés, si la alimentación directa al seno fuese imposible. Si no hay leche materna disponible, o debe ser suplementada, deberá ser utilizada bajo estricto control médico una fórmula especial adaptada a las necesidades nutricionales específicas de los niños de bajo peso al nacer. El uso continuo de una fórmula especial debe ser evaluado caso por caso, en relación con el progreso del niño, y teniendo en cuenta cualquier implicación social y económica para la familia. Por ejemplo, si el bebé está alimentado exclusivamente con biberón, necesitará más de una lata (400 g) por semana; así pues, hay que tener en cuenta la situación familiar y económica. Habría que recordar a las madres que la leche materna no sólo es el mejor alimento para los bebés, sino que también es el más económico.