Este trastorno también es conocido como Enuresis, tomándose como anormalidad cuando el niño es mayor de 5 años.
Sus causas las podemos dividir en:
– Causas de origen renal.
Como por ejemplo, malformaciones congénitas en el árbol urinario, espina bifida, insuficiente capacidad en la vejiga, infecciones urinarias, como nefritis o cistitis.
– Extrarrenales.
Como, diabetes juvenil, sueño demasiado profundo, trastornos neurológicos del sistema nervioso central.
– Psicológicos.
Como rivalidad entre hermanos, celos, sobreprotección materna, envidia, rencor, estados de miedo o ansiedad, rabia contenida. Las causas psicologicas son las más frecuentes de las tres.
HISTORIA DEL TRASTORNO
Una vez que el niño moja la cama por primera vez, es reprimido por su madre, suavemente o de forma violenta, el infante comprende que dispone de una arma de agresión contra su madre que se enfurece porque tiene que lavar las sábanas; al repetirse, hace de esta agresión un reflejo condicionado, olvidándose posteriormente del estímulo original que engendró la situación.
En la mayoría de los niños, éstos desesperadamente quieren no hacerlo y ponen toda su voluntad para curarse, pero claro, el trastorno es a nivel inconsciente, es por esto que las amenazas y castigos corporales no mejoran la situación y por el contrario, la agravan. Existe una ley que es la del ESFUERZO TRANSFORMADO que dice, cuando la voluntad está en contraposición con la idea o imaginación, mientras más esfuerzo haga la voluntad, más triunfante resulta la idea o imaginación. Ejemplo de esto lo podemos ver si una persona tiene que dormir temprano porque requiere levantarse de madrugada, mientras más esfuerzo haga con la voluntad para dormir, más difícil se le hará el sueño. En el caso de la Enuresis, el niño quiere con su voluntad no orinarse en la cama, pero el inconsciente saca la idea de agresión y rebelión produciendo la micción.
El inconsciente del niño se revela contra los padres. El niño que moja la cama, no lo hace a voluntad
TRATAMIENTO
Primero, mucho cariño, amor y comprensión, tratar de no agredir ni ridiculizar al niñoo por el trastorno, sobre todo frente a otras personas, interpretar que si el trastorno se presenta con el advenimiento de un hermano, el niño quizás quiera regresar al estado de pañales por el celo que desarrolla el hermanito, siempre hay que destacar primeramente, que no sean causas psicógenas sino orgánicas. Una buena recomendación es tratar de hablar al niño cuando esté profundamente dormido, entre 11:00 p.m. y 12:00 m, con voz suave le dice cosas como, tu madre te quiere, tú eres bueno, tus hermanos te quieren, tu padre te ama, tú vas a dejar la cama seca, repitiendo esto muchas veces el niño no se despierta y esto se le graba en el inconsciente.
Medidas generales, tales como:
-Llevarlo a orinar justo antes de irse a dormir.
-No culpabilizar al niño/a.
-No reñirle nunca por orinarse durante la noche.
-Mantener una actitud positiva, especialmente los progenitores, confiando en la solución del problema. Motivarle a que permanezca seco, alabar su esfuerzo y darle recompensas por lograrlo; nunca se le debe castigar ni hacerle burla ni reprimirlo por mojar la cama. Hacer que se responsabilice y esté atento a la evolución de su problema: que lleve un registro de los días que se moja, que coopere con la limpieza de la cama y cambio de ropa, etc
-No despertar al niño por la noche para que orine.
-Acostumbrar al niño a beber poco líquido a partir de las siete de la tarde y aumentar su ingesta durante el resto del día.
-Enseñar ejercicios de entrenamiento vesical durante la micción: interrumpir la micción durante la misma para volver a orinar pasados unos segundos.
-En niños más mayores, se recomienda el uso de un despertador para que sean responsables de levantarse a orinar cada dos horas.
Tratamiento médico: la enuresis moderada (3-6 noches a la semana), grave (todos los días) y la que persiste pasados los 9 años, puede requerir tratamiento farmacológico, que será pautado en cada caso por el médico.
Tratamiento de la patología asociada que pueda ser la causante de la enuresis: ya sea una infección de orina, un problema orgánico o psicológico, entre otros.
El tratamiento mejor encaminado consiste en no castigarlo y dar mucho amor y compresión. Programar positivamente la mente del niño para que se sienta querido.
Colaboración del Dr. Gustavo Arcay Mendoza Pediatra Puericultor. Universidad de Carabobo. Venezuela