El Maltrato infantil y la Resiliencia

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Muchas investigaciones revelan que un niño maltratado será un adulto mal tratador, lo que no necesariamente es cierto.  El haber sido víctima de malos tratos en la infancia, condiciona una respuesta negativa que podría tomar un curso diferente si se aplicará una herramienta básica: LA RESILIENCIA.

Ésta se define como la capacidad que tiene un individuo de resistir, reaccionar y recuperarse ante las adversidades, es la capacidad de significa que el hombre echa mano de cualidades internas como las emociones y los sentimientos para lograr un proceso de adaptación exitosa y transformación adecuada, a pesar de las penurias, riesgos y adversidades que le ha tocado vivir en el pasado.

De acuerdo con el diccionario de Oxford, «Resiliencia» es la cualidad o propiedad de recuperar rápidamente la forma después de haber sido empujados, presionados, chocados, etc. Mantener la capacidad de lidiar con situaciones difíciles aún bajo amenazas o riesgos como en ocasiones de desastres naturales, guerras, muerte en la familia, presión por el logro de metas exigentes. Lograr recuperación de traumas, como el abuso infantil, abandono, enfermedad severa, accidentes.

Otros conceptos relacionados con la Resiliencia son: resistencia al estrés, fuerza de voluntad, tensiones diarias, autoconfianza.

Cuando se aplica este término a la conducta humana, vemos que la Resilicencia se refiere a:

Obtener logros provechosos a pesar de estar en situaciones del alto riesgo, como la exposición continuada a situaciones de represión, tensión, estrés, pobreza extrema, o por el contrario, lucha por el éxito, competitividad, afán de logro.

 En un principio, el concepto de resiliencia fue usado para descubrir la capacidad de los metales de resistir y ser flexible a determinadas pruebas diseñadas para comprobar la calidad de los mismos y su capacidad de recobrar su estado original.

 La resiliencia humana es esa fuerza impulsadora interior que poseen las personas para superar los agravios, las desgracias y los malos momentos vividos como producto de una infancia infeliz y adversa.

Entre los efectos o consecuencias psicológicas que tiene el maltrato infantil, debemos mencionar la baja autoestima, depresión, aislamiento social, personalidad violenta, resentimiento y frustración, entre otras, lo que obviamente repercute en la estabilidad emocional, la calidad de vida y el manejo ideal de situaciones que aparecen en la vida de las personas.  Por tal motivo es imperativo y primordial aferrarse a una alternativa optimista que conduzca a un futuro mucha más prometedor.  El tener conocimiento de que esta alternativa existe, permite la oportunidad de hacer un cambio lo cual es absolutamente necesario para equilibrar esto proceso y así neutralizar o minimizar los efectos devastadores que produce el maltrato infantil.

 Los pilares de la resiliencia:

·         Capacidad para relacionarse: Establecer lazos con otras personas, cubriendo la propia necesidad de afecto, con la actitud de brindarse a los demás.

·         Iniciativa: Basada en el hecho de autoerigirse, ponerse a prueba y emprender tareas que son cada vez más exigentes.

·         Humor: Explorar en la propia tragedia la comicidad que pudiera estar presente, aunque suene contradictorio.  Buscar el lado sano, gracioso, y frágil donde acercarse para alejar el dolor.

·         Creatividad: Capacidad de encontrar el orden, la belleza y la armonía, a partir del caos y el desorden.  Ser creativo es materializar el talento y las condiciones innatas.

 Autoestima: El concepto que tiene una persona acerca de si misma.  Es ser capaza y sentirse capaz, es fomentar las cualidades, ponerlas en práctica, minimizar los errores, aprender de ellos y mirar al futuro con las mejores intenciones.

REACCIONES ANTES DE LAS CRISIS Y EL DESARROLLO DE LA RESILIENCIA

Cuando una persona experimenta una situación crítica o difícil, él o ella puede reaccionar de las siguientes maneras:

Asumir la crisis como un peligro adaptándose a esa manera negativa. Por ejemplo:

  • Un niño o niña que tiene un padre alcohólico, puede desarrollar conductas violentas hacia los adultos o hacia otros niños o niñas.
  • Un joven puede escoger la bebida o la droga frente a la falta en los estudios o a dificultades con su familia.
  • Un adulto puede desarrollar un trato seco y cortante en sus relaciones personales, como reacción ante dificultades económicas.

Por otro lado, ante estas mismas circunstancias, las personas con capacidad de Resiliencia ven en las crisis una oportunidad para usar su creatividad y su habilidad de resolver problemas. Por ejemplo:

  • El niño o niña resiliente, aún conviviendo con un padre alcohólico, puede desarrollar armoniosamente su capacidad de convivencia con otros adultos.
  • El joven o la joven que posee la capacidad de superar retos, considera la dificultad en los estudios como un incentivo para esforzarse más y salir adelante.
  • El adulto con problemas económicos pero con habilidad de resolver problemas, usa su creatividad y encuentra formas de salir a flote, sin perder la dulzura del carácter.

¿Cuáles son los pasos para desarrollar esa capacidad de ser resilientes? ¿Cómo avanzar sin dar traspiés, a pesar de las propias adversidades?

 La repuesta está en el autodescubrimiento.  En iniciar el camino del conocimiento hacia sí mismo.  Esto ocurre en forma paulatina, a medida que se descubren y se fortalecen las propias virtudes y valores, reconociendo las propias debilidades, fomentando talentos y logrando expresarlos.

La resiliencia se inicia cuando la persona empieza a valorarse y a reconocerse como un ser único e irrepetible, valioso y útil, cuando ven los fracasos como aprendizajes, cuando estimula la propia capacidad que hay en él, cuando aprende a pedir ayuda a otros, y extiende esa ayuda a los demás, como una cadena de amor que se construye y progresa inexorablemente, cuando afronta los problemas, cuando toma decisiones sin dejarse atrapar en la duda e incertidumbre, cuando utiliza el humor para modificar su actitud y mantener un pensamiento positivo.

Historias de casos de personas resilientes hay muchas. Podemos referirnos a todas aquellas personas que después de vivir tragedias como abusos sexuales, contraído una enfermedad mortal, haber quedado en la ruina o perder un hijo, han usado esa terrible circunstancia para servir al prójimo, para educar a la población, para luchar por una causa o para modificar las leyes.

Las adversidades ponen a prueba nuestro liderazgo, nuestra creatividad y es probable que tengan una finalidad constructiva.  A veces se toca fondo y se vive sin esperanza, pero es verdad también que el dolor puede fortalecer y lograr que se tome conciencia, puede hacer que se superen momentos muy difíciles y como el Ave Fénix, se pueda renacer de las cenizas.

Dra. Eddy Zurita Rodriguez.

Médico Pediatra Magister en Sexología.

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