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¿Qué es la
drogadicción?
La adicción es una enfermedad
crónica del cerebro, a menudo con recaídas, caracterizada
por la búsqueda y el consumo compulsivo de drogas a pesar de
las consecuencias nocivas para la persona adicta y para los
que le rodean. Si bien es cierto que en el caso de la
mayoría de personas la decisión inicial de tomar drogas es
voluntaria, con el tiempo los cambios que ocurren en el
cerebro de las personas adictas pueden afectar el
autocontrol y obstaculizar su habilidad de resistir los
impulsos intensos de consumir drogas.
Por fortuna, hay tratamientos que ayudan a contrarrestar los
fuertes efectos perjudiciales de la adicción. Las
investigaciones demuestran que el mejor método de asegurar
el éxito para la mayoría de los pacientes es una combinación
de la terapia conductual con medicamentos para tratar la
adicción. Se puede lograr una recuperación sostenida y una
vida sin abuso de drogas usando enfoques diseñados para
tratar el patrón de abuso de drogas específico de cada
paciente conjuntamente con cualquier problema médico,
psiquiátrico o social concurrente.
Al igual que muchas otras enfermedades crónicas con
recaídas, como la diabetes, el asma o las enfermedades del
corazón, la drogadicción puede tratarse exitosamente. Sin
embargo, al igual que otras enfermedades crónicas, también
es común que haya recaídas y que el drogadicto retorne al
consumo de drogas. Estas recaídas, sin embargo, no
significan que el tratamiento ha fracasado. Más bien son una
señal de que se debe reinstaurar o ajustar el tratamiento o
de que es necesario un tratamiento alternativo para que la
persona recobre el control y pueda recuperarse.
¿Qué le pasa al cerebro cuando se usan drogas?
Las drogas contienen sustancias químicas que infiltran el
sistema de comunicación del cerebro perturbando el envío, la
recepción y el procesamiento normal de información entre las
células nerviosas. Hay por lo menos dos maneras que las
drogas pueden hacer esto: 1) imitando los mensajeros
químicos naturales del cerebro y 2) sobreestimulando el
“circuito de gratificación” del cerebro.
Algunas drogas como la marihuana y la heroína tienen una
estructura similar a la de ciertos mensajeros químicos
llamados neurotransmisores, que el cerebro produce de manera
natural. Esta semejanza permite a las drogas “engañar” a los
receptores del cerebro y activar las células nerviosas para
que envíen mensajes anormales.
Otras drogas, como la cocaína o la metanfetamina, pueden
hacer que las células nerviosas liberen cantidades
excesivamente altas de los neurotransmisores naturales
(especialmente la dopamina) o pueden bloquear el reciclaje
normal de estas sustancias químicas en el cerebro, lo cual
es necesario para cortar el envío y la recepción de las
señales entre las neuronas. El resultado es que el cerebro
queda saturado de dopamina. La dopamina es un
neurotransmisor que se encuentra en las regiones del cerebro
que controlan el movimiento, las emociones, la motivación y
las sensaciones placenteras. Normalmente, el sistema de
gratificación responde a los comportamientos naturales
relacionados con la sobrevivencia (como comer, pasar tiempo
con los seres queridos, etc.), pero cuando es
sobreestimulado por las drogas psicoactivas produce efectos
eufóricos. Esta reacción inicia un ciclo vicioso de refuerzo
que “enseña” a las personas a repetir el comportamiento de
abuso de drogas que causó la gratificación.
Cuando una persona continúa abusando de las drogas, el
cerebro se adapta a estas oleadas abrumadoras de dopamina
produciendo menos dopamina o disminuyendo el número de
receptores de dopamina en el circuito de gratificación. El
resultado es un menor impacto de la dopamina sobre el
circuito de gratificación, lo que limita el placer que el
usuario es capaz de derivar no sólo de las drogas, sino
también de acontecimientos en su vida que anteriormente le
causaban placer. Esta disminución en el placer obliga al
drogadicto a continuar abusando de las drogas en un intento
de recuperar la función normal de la dopamina. Además, ahora
necesita consumir una cantidad mayor de la droga en un
intento de elevar la función de la dopamina a su nivel
normal inicial. Este efecto se conoce como tolerancia.
El abuso a largo plazo también causa cambios en otros
sistemas y circuitos químicos del cerebro. El glutamato es
un neurotransmisor que influye sobre el circuito de
gratificación y la habilidad para aprender. Cuando el abuso
de drogas altera la concentración óptima del glutamato, el
cerebro intenta compensar este desequilibrio, lo que puede
deteriorar la función cognitiva. Los estudios de imágenes
del cerebro de las personas drogadictas muestran cambios en
las áreas del cerebro esenciales para el juicio, la toma de
decisiones, el aprendizaje, la memoria y el control del
comportamiento. En conjunto, todos estos cambios pueden
hacer que el toxicómano busque y use las drogas
compulsivamente a pesar de conocer las consecuencias
adversas, y hasta devastadoras, que conlleva su
comportamiento. Ésta es la naturaleza de la adicción.
¿Por
qué algunas personas se vuelven adictas a las drogas y otras
no?
No hay un solo factor que determine si alguien se volverá
drogadicto. El riesgo de desarrollar esta enfermedad está
influenciado por una combinación de factores que incluyen la
constitución biológica de la persona, el entorno social y la
edad o etapa de desarrollo en que se encuentra. Mientras más
factores de riesgo se tienen, mayor es la probabilidad de
que el consumo de drogas se convierta en adicción. Por
ejemplo:
Constitución biológica: Los genes con los que se nace, en
combinación con las influencias del entorno, son
responsables de alrededor de la mitad de la vulnerabilidad a
la adicción que tiene la persona. El sexo, la etnia y la
presencia de otros trastornos mentales también pueden
influir sobre el riesgo para el abuso de drogas y la
drogadicción.
Entorno o medio ambiente: El entorno de cada persona implica
muchos factores, desde la familia y los amigos hasta el
nivel socioeconómico y la calidad de vida en general.
Ciertos factores como la presión social de amigos o colegas,
el abuso físico o sexual, el estrés y la calidad de crianza
que les han dado los padres, pueden tener una gran
influencia sobre si la persona llega a consumir drogas y si
esto progresa a la drogadicción.
Etapa de desarrollo: Los factores genéticos y ambientales
interactúan con las etapas críticas del desarrollo humano
afectando la susceptibilidad a la adicción. Si bien el
consumo de drogas a cualquier edad puede llevar a la
adicción, mientras más temprano se comienza a consumir
drogas, mayor es la probabilidad de que se progrese al abuso
y a la adicción. Lo cierto es que cualquier exposición a las
drogas de abuso constituye un reto especial para los
adolescentes. Como las áreas del cerebro que gobiernan la
toma de decisiones, el juicio y el autocontrol aún se están
desarrollando activamente durante la adolescencia, los
jóvenes adolescentes pueden ser especialmente propensos a
comportamientos de riesgo, los que incluyen la
experimentación con las drogas de abuso.
Vivimos en una
cultura de la droga, desde la mañana cuando tomamos el café
(cafeina) o el té (refilina) hasta la noche, en que podemos
relajarnos al volver a casa, con un aperitivo alcohólico, o
un inductor del sueño con un somnifero, estamos utilizando
diferentes sustancias, que afectan nuestro sistema nervioso
central. Muchos además se activan a medida que transcurre el
día con varios cigarrillos (nicotina). Aún cunado las drogas
han estado presentes en todas las culturas y en todas las
épocas, hoy son mas las personas que consumen drogas, hay
mas cantidad y mas facilidades para conseguirlas.
En primer lugar
debemos saber que es la DROGADICCION, enfermedad que tiene
su origen en el cerebro de un gran número de seres humanos
que se caracteriza por su cronicidad o larga duración, su
progreso y las recaídas. Es el uso indebido
de cualquier tipo de drogas con otros fines y no los
iniciales que se han prescrito. La drogadicción causa
problemas físicos, psicológicos, sociales y financieros. Se
debe entender que el adicto seguirá siendo un adicto
mientras viva, es decir, que el individuo se rehabilita para
poder vivir sin consumir la droga y, de allí en adelante,
éste será un adicto en remisión, no estará usando la droga,
pero para mantenerse en ese estado de abstinencia o remisión
no podrá bajar la guardia.
También debemos
saber que las DROGAS son aquellas sustancias
cuyo consumo puede producir dependencia, estimulación o
depresión del sistema nervioso central, o que dan como
resultado un trastorno en la función del juicio, del
comportamiento o del ánimo de la persona. Es toda sustancia
capaz de alterar el organismo y su acción psíquica la ejerce
sobre la conducta, la percepción y la conciencia. La
dependencia de la droga es el consumo excesivo,
persistente y periódico de toda sustancia tóxica. El término
DROGA
visto desde un punto de vista estrictamente científico es un
principio activo, materia prima.
En ese sentido
la
droga puede compararse formalmente dentro de la
farmacología y dentro de la medicina con un fármaco, es
decir que droga y fármaco pueden utilizarse como sinónimos.
Los fármacos son un producto químico empleado en el
tratamiento o prevención de enfermedades. Los fármacos
pueden elaborarse a partir de plantas, minerales, animales,
o mediante síntesis. Existe una segunda concepción que es
de carácter social, según ésta las drogas son sustancias
prohibidas, nocivas para la salud, de las cuales se abusan y
que en alguna forma traen un perjuicio individual y social.
Siendo una enfermedad y no simplemente una
costumbre o un vicio, la adicción a las sustancias
sicoactivas requieren de tratamiento especializado y
apoyo familiar, pero, sobre todo, voluntad y deseo de
superarlo de parte de quien se encuentra enfermo. El proceso
consiste en una terapia dirigida por un equipo que involucra
al médico, psicólogo y psiquiatra, quienes, junto con los
familiares que rodean al paciente, le brindan el apoyo que
necesita para superar la dependencia a las drogas. La
estrategia escogida y el tiempo que demande su aplicación
dependerá de la severidad del problema de cada paciente.
Además, aun cuando el adicto logre salir adelante y abandone
el consumo de las sustancias adictivas, debe ser consciente
de que su enfermedad, si bien ha sido tratada, no podrá ser
curada. Haciendo una comparación, la adicción es como la
diabetes o la hipertensión, no se curan pero se manejan con
ayuda de tratamientos médicos y el autocuidado del paciente.
Ahora bién porque las drogas crean la
adicción?:
Las sustancias sicoactivas o adictivas pueden
actuar en el sistema nervioso central, en virtud de la
existencia de ciertos componentes de la superficie de la
célula del cerebro conocidos como receptores, sobre los
cuales se fijan, para luego actuar sobre el interior de la
célula nerviosa, sustancias transmisoras de impulsos
normales o sustancias, como las drogas, que tambien afectan
la función de la célula.
Las
Drogas se
clasifican Según Su Grado De Dependencia:
Las
Drogas "Duras",
son aquellas que provocan una dependencia física y
psicosocial, es decir, que alteran el comportamiento
Psíquico y social del adicto, como el opio y sus derivados,
el alcohol, las anfetaminas y los barbitúricos.
Las Drogas "Blandas",
son las que crean únicamente una dependencia psicosocial,
entre las que se encuentran los derivados del cáñamo, como
el hachís o la marihuana, la cocaína, el ácido lisérgico,
más conocido como LSD, así como también el tabaco. Esta
división de duras y blandas, es cuestionada, y se podría
decir que las duras son malas y las blandas son menos malas,
pero administradas en mismas dosis pueden tener los mismos
efectos nocivos. La Dependencia es el estado del
individuo mediante el cual crea y mantiene constantemente un
deseo de ingerir alguna sustancia. Si este deseo se
mantiene por mecanismos metabólicos y su falta crea un
síndrome de abstinencia, se denomina dependencia física. Si
la dependencia se mantiene por mecanismos psicosociales,
suele definirse como dependencia psíquica o psicosocial. Las
drogas se dividen en narcóticos, como el opio y sus
derivados la morfina, la codeína y heroína; estimulantes,
como el café, las anfetaminas, el crack y la cocaína, y
alucinógenos, como el LSD, la mezcalina, el peyote, los
hongos psilocibios y los derivados del cáñamo, como el
hachís.
La palabra narcótico es un vocablo griego que
significa "cosa capaz de adormecer y sedar.
Opio y sus derivados
con el nombre popular de adormidera o amapola se conoce el
fruto del cual se obtiene el opio y sus derivados. Es un
polvo de color tostado. Se extrae de los granos que contiene
el fruto y entre sus usos medicinales se encuentran la
supresión del dolor, el control de los espasmos y para
calmar la tos. Entre sus derivados se encuentra la
morfina, la heroína, la metadona y la codeína,
todos ellos pueden brindar extraordinarios beneficios
terapéuticos si son recetados y controlados por un médico.
Este narcótico produce un estado de euforia y ensoñación;
una sensación de éxtasis que se acorta rápidamente a causa
de la tolerancia, cuyos efectos físicos son: Piel
enrojecida, Pupilas contraídas Náuseas, Decaimiento de la
función respiratoria, Pérdida de reflejos, Falta de
respuesta a los estímulos, tensión baja, Desaceleración
cardiaca, Convulsiones y Riesgo de muerte.
Alucinógenas:
LSD
tiene efectos adversos, tales como suicidios a causa de las
engañosas imágenes y terroríficas visualizaciones. También
se comprobó que podía desencadenar esquizofrenia
y
deterioros mentales variados. Se considera como el
alucinógeno más poderoso, aunque no el más nocivo.
Éxtasis
:
normalmente conocida como "éxtasis", "ectasi" o "X-TC", es
un droga con propiedades alucinógenas de gran potencial de
emotivo y perturbador psicológico,
El éxtasis
produce efectos psíquicos de gran potencial perturbador.
Inicialmente el sujeto experimenta sensaciones de confianza
y excitación, a las que siguen un estado de hiperactividad e
incremento en los pensamientos morbosos. Los efectos del
estimulante se diluyen provocando trastornos sicólogos, como
confusión, problemas con el sueño (pesadilla, insomnio),
deseo incontenible de consumir nuevamente
droga, depresión, ansiedad grave y paranoia (persecuciones).
Entre los síntomas físicos pueden citarse: falta de apetito,
tensión y trastornos musculares similares a los presentes en
la enfermedad de parkinson, náuseas, visión borrosa,
desmayo, escalofrío y sudoración excesiva.
Marihuana
es un arbusto silvestre que crece en zonas templadas y
tropicales, con una altura de seis metros, extrayéndose de
su resina el hachís, puede llevar al síndrome de abstinencia
si se consume de 10 a 20 días. La dependencia se considera
primordialmente psíquica. Los síntomas característicos de la
intoxicación son: ansiedad, irritabilidad, temblores,
insomnios. Puede presentarse en distintas modalidades de
consumo, sea en hojas que se fuman directamente, en resina
del arbusto o en aceite desprendido de este último.
Estimulantes vegetales
:
El café, té, el mate, la cola, el caco, el betel y la coca
son plantas que crecen en muchas partes del
mundo, a pesar que suelen consumirse repetidas veces en el
día,
son
sustancias tóxicas que poseen efectos secundarios. Aunque
los estimulantes vegetales son considerados como inocuos,
conviene moderar su consumo ya que se trata de sustancias
tóxicas susceptibles de producir efectos secundarios
nocivos. Coca La coca, hoja del arbusto
indígena americano, pertenece al grupo de los estimulantes.
Su efecto sobre el sistema nervioso central es menor que los
de la cocaína. La coca es consumida masticándola con
algún polvo alcalino como cenizas o cal. También es fumada
tanto sola como mezclada con tabaco y marihuana. Está
comprobado que tiene síntomas de abstinencia, depresión,
fatiga, toxicidad y alucinaciones.
Estimulantes Químicos:
La Cocaína
Es un poderoso estimulante de corta duración que actúa sobre
el sistema nervioso central. Síntomas del uso de la cocaína:
Tendencias suicidas, Cambios drásticos en el ánimo, Perdida
de amigos y antiguos valores. Abortos/ malformaciones
congénitas en los hijos de madres consumidoras. Perdida de
peso, como resultado de perdida del apetito. Dolores de
cabeza crónicos Enfermedades respiratorias, Deficiencia de
vitaminas, Adicción Crimen y arresto y la Muerte.
Señales del uso de cocaína: Pupilas dilatadas Boca y
nariz seca, mal aliento, humedad de los labios con
frecuencia Actividad excesiva, dificultad en quedarse quieto
Hablador, pero la conversación carece de continuidad. Nariz
supurante, catarro o sinusitis crónica/problemas nasales.
Otra Forma De Usar Cocaína: Pasta Base También denominado "crack,
bazuco",
forma más peligrosa de cocaína que se puede fumar es una
pasta de cocaína hecha usando gasolina o ácido sulfúrico
para extraer una pasta fumable, la pasta se seca que se fuma
en
una pipa o se tritura para hacer un cigarrillo. A una
euforia de cocaína le sigue a menudo un desplome que dura de
30 a 60 minutos o más. Durante el desplome, el consumidor se
siente cansado, ansioso e irritado. El síndrome de retirada,
seguido del uso prolongado y extensivo de la droga, puede
causar irritación, nauseas, agitación, desordenes en el
dormir, depresión aguda, dolores musculares y una intensa
por la droga.
Anfetaminas:
Presentan una elevada tolerancia que produce habituación y
necesidad de dosis progresivamente más elevada. A dosis
normales sus efectos varían de acuerdo al individuo y las
condiciones de ingesta. Pueden producir efectos placenteros,
hiperactividad y sensación desbordante de energía, pero
también causan temblor, ansiedad, irritabilidad, ira
inmotivada y repentina y trastornos amnésicos e
incoherentes.
Consecuencias en el uso de drogas
El consumo de drogas, constituye un problema de salud
pública muy importante. Salud psíquica: Los
adictos suelen padecer trastornos psicológicos, como estados
de ánimo negativos e irritabilidad, actitudes defensivas,
pérdida de autoestima e intensos sentimientos de culpa.
Salud
Física: trastornos del apetito, úlcera, insomnio,
fatiga, más los trastornos físicos y enfermedades provocadas
por cada sustancia en particular. Social: Se
ven envueltos en agresiones, desorden público, conflictos
raciales, discusiones etc.
Economía: Es una enfermedad muy cara, ya que
sus costos se elevan a cientos y, en ocasiones, a miles de
bolívares por año. Para sostener su hábito muchos usuarios
recurren al crimen. Al destinar la mayor parte del dinero a
comprar las drogas, apenas queda dinero para otras cosas.
Los ahorros se agotan y suele aparecer el endeudamiento. A
veces para poder sufragar los gastos de la adicción se ve
obligado a recurrir a actividades ilegales. Relaciones:
La relación con la familia, amigos o pareja se altera,
aparecen discusiones frecuentes, desinterés sexual, la
comunicación se interrumpe, hay pérdida de confianza,
alejamiento, etc. Trabajo: Suele
restarle tiempo a su trabajo para buscar la droga o
recuperarse de su uso, suele llegar tarde, hay menor
productividad, deterioro de la calidad del trabajo o pérdida
del propio trabajo. Conducta: Como conseguir y
usar la droga se ha vuelto casi más importante que ninguna
otra cosa, los adictos se vuelven egoístas y egocéntricos:
no les importa nadie más que ellos mismos. Efectos de la
droga en la familia: Con frecuencia los miembros de la
familia cesan de actuar en forma funcional cuando tratan de
lidiar con los problemas producidos por la droga en un ser
querido, algunos niegan que exista algún problema. Otro de
los miembros de la familia tratan de encubrir los errores
cometido por el adicto a la droga. El encubrimiento ocurre
cuando un miembro de la familia rescata al adicto o le ayuda
en la obtención de la droga. Uno de los cónyuges quizás
trate de ocultar a los hijos la adicción a la droga de su
pareja.
PREVENCIÓN:
Es un proceso educativo Integral dirigido a enfrentar un
problema que ha existido siempre y seguirá existiendo
siempre como es el abuso de las drogas y el alcohol. El
propósito de toda la acción de prevención es sensibilizar
acerca de los riesgos del consumo, enfrentar la presión
social y acrecentar la responsabilidad respecto al problema.
Al momento de hacer prevención no sólo depende del estado
sino también de la comunidad, la escuela y especialmente la
familia, ya que es un problema que afecta a todos. Como
conclusión, la familia es sin duda el modelo que los
hijos tienen al momento de decidir a usar o no las drogas.
Es por eso tan importante, la comunicación, la estimulación,
él involucrarse con ellos, el demostrar afecto a los hijos.
Como
identificar a un drogadicto
Hay varios síntomas del abuso de drogas que pueden ser
reconocidos como señales de peligro. Debo aclarar, sin
embargo, que la presencia de uno o dos de ellos solamente no
siempre indica problemas de las drogas, puede revelar otras
causas ya que no es fácil a simple vista reconocer a una
persona que esta bajo los efectos de una droga porque se
puede confundir con otros estados emocionales. Sin
embargo, el listado de las siguientes situaciones puede
ayudar: Cambios repentinos de la personalidad y excesos
de mal humor sin explicación de causa aparente. Notable
caída en el rendimiento escolar o abandono de los estudios.
Alejamiento de la compañía de otras personas. Pérdida de
interés en las actividades favoritas, tales como deportes y
hobbies. Aumentos de infracciones de transito. Incorporación
a un nuevo grupo de compañeros de la misma edad.
Recepción de llamadas telefónicas de personas desconocidas.
Aumento de conflictos y peleas en el seno de la familia.
Excesiva hostilidad para con los demás. Ojos enrojecidos.
Presencia de instrumentos necesarios al consumos de drogas.
Acentuadas alteraciones en el apetito. Falta de motivación,
incapacidad para cumplir con las responsabilidades.
Distracción, risas excesivas. Actividades antisociales tales
como mentir, robar, etc. Cambios en los hábitos de higiene y
en la alteración de la apariencia personal. Actitudes
impulsivas, uso de anteojos obscuros aunque no haya exceso
de luz. Uso de camisas de mangas largas incluso los días
calurosos. Reacción defensiva cuando se mencionan las drogas
y el alcohol en la conversación. Aumento de la fatiga e
irritabilidad, sueño interrumpido. Desaparición de objetos
de valor. Falta de expresión en el rostro; monotonía en la
voz. Uso de los equipos de sonido a todo volumen y cambio
del día por la noche. Depresión emocional; frecuente mención
del tema del suicidio. Confusión sobre el lugar, hora y día.
Crisis de miedo o temor exagerado. Insomnio. Tos crónica.
Apariencia de borrachera. Dificultad para coordinar
movimiento. Aspecto somnoliento o atontado. Congestión en
nariz y garganta. Habla mucho sin parar. Temblores. Excesiva
calma o lentitud. Crisis de risas inmotivadas. Hablar
traposo o en voz alta. Nauseas. Lenguaje incoherente.
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